¿Cuántos de ustedes se acuerdan de lo que es el ADN? Si nos vamos a cualquier buscador en la web encontraríamos alguna definición similar a la de una molécula compuesta de dos cadenas las cuales contienen toda la información que nos hace ser quien somos. Se podría decir que el ADN es lo que nos hace diferentes el uno del otro y define exactamente quién somos. Al igual que el ser humano, es impresionante pensar (pero es cierto) que las organizaciones para las cuales trabajamos también tienen su propio ADN el cual es igualmente conocido como Cultura Organizacional.
La Cultura Organizacional es el ADN de toda organización, es lo que hace a la empresa ser única y diferenciarse de otras compañías.
Idalberto Chiavenato, autor brasileño define la Cultura Organizacional en su trabajo “Administración de Recursos Humanos” como “un sistema de creencias, expectativas y valores, una forma particular de interacción y de relación de determinada organización”. En otras palabras, la Cultura Organizacional es lo que distingue a una empresa de otra, independientemente de que el producto o servicio sea el mismo.
Poniendo un ejemplo: ¿Cómo es posible que dos compañías de telefonía ofreciendo exactamente el mismo servicio al público tengan completamente diferente ambiente de trabajo, formas de trabajo, procesos, percepción del público, servicio al cliente, estrategia de marketing, entre muchas otras cosas? Así es, esto es debido a que la cultura organizacional es diferente la una a la otra, su ADN es distinto.
En el mundo del reclutamiento, muchas veces se comete el error de no tomar en cuenta la cultura como factor crucial de contratación.
Sin embargo, al igual que los conocimientos técnicos que una persona debe tener, junto con las competencias humanas, la compatibilidad cultural (también conocida como fit cultural) es algo que siempre se debe de tomar en cuenta. Cuando una organización considera este punto como factor clave de contratación automáticamente existe menos rotación, una adaptabilidad más veloz a la empresa y al puesto a desempeñar, un mayor grado de compromiso por parte del empleado y una mayor coordinación entre las personas que conforman a la empresa.
Contratar considerando el fit cultural del candidato es igual de importante que tomar en cuenta sus conocimientos técnicos y competencias humanas.
¿Cómo se puede contratar considerando fit cultural?
En primer lugar y el paso número 1 es que la empresa tiene que definir cuál es su ADN. Una vez definido esto, el paso número 2 es transmitirlo a la organización. Es de suma importancia que todos los empleados sepan:
¿Qué valores son importantes para la empresa? ¿Qué comportamientos se esperan de mí? ¿Qué es lo que buscamos aportar a la sociedad como grupo? ¿Cuál es nuestro valor agregado como compañía? ¿Qué nos hace ser quien somos?
Y después, como paso número 3, incluir en el proceso de reclutamiento formal filtros para encontrar y contratar gente que pueda adoptar con facilidad la cultura de la organización como la propia.
Cuando un empleado comparte y adopta el ADN de su organización, la productividad de la empresa automáticamente se elevará.
Si lo queremos poner en palabras más románticas, contratar considerando la cultura organizacional ayuda a que el empleado y la organización puedan compartir su ADN. Cuando existe este vínculo tan fuerte, casi sanguíneo, automáticamente el compromiso del empleado hacia su organización aumenta haciendo que éste se ponga la camiseta con mayor facilidad y, por ende, la productividad de la empresa automáticamente se elevará.
Para facilitarte el reclutamiento considerando la cultura organizacional, te comparto la siguiente guía de reclutamiento por fit cultural para que puedas descargar y utilizarla en tus procesos de reclutamiento.
Comments